Una nueva oleada de chapapote ataca Galicia. Las costas de Carnota, Muxía, Corcubión, Fisterra y Camariñas aparecen arrasadas. En las rías Baixas, las cofradías organizan patrullas de vigilancia ante la posible llegada de chapapote. En el Norte, la zona más castigada, los marineros aguzan el ingenio para recoger el fuel de las rocas desde sus propias embarcaciones. Defensa envía un destacamento de militares para colaborar en la limpieza de las playas.
Rumbo a Portugal
El Prestige, enganchado al potente remolcador chino De Da, emprende un rumbo errático. En primer lugar, se dirige hacia Portugal para su reparación, pero el país vecino deniega el permiso y se vuelve a ordenar poner rumbo norte. Francisco Vázquez, alcalde de A Coruña, propone bombardearlo con bombas de fósforo.
La prohibición de pescar se amplía hasta Cabo Prioriño (Ferrol). En compensación, la Xunta anuncia ayudas de 30 euros diarios a los afectados.