El Nautile desvela que la popa del Prestige, hundida a 3.545 metros de profundidad, es un auténtico coladero. Todos los tanques de esa parte tienen alguna grieta y ninguna ha conseguido ser sellada por el batíscafo. Pese a que se ha percibido una reducción en la cantidad de las emisiones de fuel, éste está lejos de solidificarse y seguirá brotando si no se tapan los escapes.
El capitán quiso fondear el Prestige para salvarlo
Apostolos Mangouras, que lleva 43 días en prisión preventiva, quiso fondear el Prestige a cuatro millas de Muxía porque consideraba factible salvarlo, según la declaración que realizó ante el juez de instrucción de Corcubión. El capitán asegura que el barco nunca habría embarrancado porque disponía de dos anclas con 325 metros de cadena. Mangouras cree además que con una velocidad muy baja podría haber llegado a puerto para evitar más daños en el barco. «Las autoridades españolas lo mandaron al océano y ahí el agujero se abrió mucho más», declaró el capitán.
El CSIC alerta del riesgo sísmico del área donde yace el petrolero
El estado del Prestige podría empeorar por el alto riesgo sísmico de la zona donde está el pecio. Es una situación fronteriza entre plataformas y un mínimo movimiento podría alterar la situación del buque. Además, el CSIC destaca los altos niveles de oxígeno en las aguas de esa área, lo que aceleraría la corrosión del petrolero.
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