En las rías Baixas, los marineros se juegan el físico en medio de un fuerte oleaje para impedir el avance del fuel. Un pescador de Moaña recibió un fuerte golpe con la grúa de su barco y tuvo que ser evacuado, incosciente, al buque Galicia de la Armada. Se trabaja de manera titánica en lugares como Combarro, Raxó, Portonovo, Bueu, Aldán y Marín. Aún así, playas como A Lanzada, Canelas o Paxariñas han amanecido cubiertas de petróleo. En Arousa, 3.000 embarcaciones y lanchas están en alerta para combatir la posible entrada de nuevas manchas en un caladero que es la fuente de riqueza de la que viven 15.000 familias. En otros lugares, como O Grove, más de un centenar de personas saldrán en cuanto se aviste el primer derrame en la bocana de la ría.
Los vientos conceden una tregua antes de una nueva avalancha de fuel
Entre hoy y mañana, las corrientes soplarán del sudeste y mantendrán a raya la principal amenaza, dos grandes manchas que están a 47 millas de cabo Silleiro. Pero con la llegada del fin de semana, se echarán encima de las rías. Además, el Instituto Hidrográfico portugués confirma que tres manchas situadas frente a la costa lusa se desplazarán por la acción del viento hacia el norte.
Los marineros acusan a Tragsa de obstaculizar la limpieza
Cerca de 150 marineros de Moaña han decidido no salir a recoger fuel porque la Xunta quiere contratarlos a través de Tragsa, a la que acusan de «aproveitarse da nosa desgracia». Hay muchas quejas sobre el desconocimiento de la zona que tienen los técnicos de la firma.
Fomento decidió alejar el «Prestige» sin consultar a ningún técnico externo
Cascos solo se basó en la opinión de altos funcionarios y solo solicitó informes cinco días después del inicio de la crisis. Rajoy reconoce que sus declaraciones en el Congreso estaban equivocadas. La única consulta que se realizó fue de manera verbal, para conocer la posibilidad de realizar un trasvase de fuel.